Espíritu creador, misterioso artífice del Reino, Conductor la Iglesia con la fuerza de tus santos dones para cruzar con valentía el inicio del nuevo milenio y llevar a las generaciones venideras la vela de la Palabra que salva.una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría del Evangelio. Cuando la Iglesia nos luz por la voz del Sucesor